jueves, 26 de diciembre de 2019

41ª Media Maratón Sevilla Los Palacios

Después de 3 años sin participar, desde el 2015, vuelvo de nuevo a ésta carrera. Ahora mismo se encuentra en horas bajas en cuanto a participación. Casi la mitad de participantes desde ésta última vez que participé en ella. Este declive creo que principalmente es por el elevado precio y por la obligatoriedad de ir a Los Palacios los días antes a recoger el dorsal. Al menos por éstos motivos han sido por lo que yo he dejado de participar éstos años.
Pero en éste me han entrado ganas de volver, sobre todo al enterarme que se podía recoger el dorsal instantes antes de la salida, lo que facilita mucho la logística. Respecto al precio creo que se mantiene, aunque ahora sí que es más barata que otras que sí que han aumentado bastante su precio.

Días antes no sabía si iba a ir acompañado de Pepe y quizás de Angelo, con ellos se hubiera podido ir en dos coches, que es otra de las complicaciones de ésta carrera por tener salida y llegada en sitios distintos. Pero tuve la suerte de encontrarme con Antonio y con Juan, el presidente del Club Maratón Tomares, que me dijeron que el ayuntamiento les ponía un autobús y que podría ir con ellos. Finalmente Angelo y Pepe no vinieron, y a las 9 de la mañana estaba yo en el Polideportivo de Tomares para irme de invitado de los del Club Maratón Tomares y otros amigos para la carrera. Todo un lujazo, una comodidad grandísima, llegar con el autobús a la salida, dejar en él las cosas y tenerlo disponible a la llegada, con tu ropa y para volver. Además de la posibilidad de conocer a gente nueva y muy buena gente. Desde el principio me puse con Matthew y con Kiril, dos músicos de la Orquesta Sinfónica de Sevilla, y corredores, lo pasé estupendamente con ellos.


Luego de recoger el dorsal y dar una vuelta por los alrededores, nos preparamos y nos hicimos unas fotos de grupo junto al autobús, y ya definitivamente para la salida, en la que hacía bastante sol y amenazaba con hacer calor, a lo largo de la carrera. Entre la gente del autobús, niveles de todo tipo. Mis intenciones eran hacer 1h55, para confirmar los tiempos que pude hacer en la pasada carrera de Gines. No pensaba que fuera fácil, también veía alguna posibilidad de mejorarlo un poco 1h54? 1h53 quizás? pero esto ya lo veía como un imposible. Matthew y Kiril iban a ir sobre seguro a acabar sobre las 1h50.

En la zona de salida había marcados algunos cajones, aunque sin control, pero cada uno se ponía mas o menos donde le correspondía. Y en cada uno de los cajones, bastante bien colocados los globos liebre correspondientes. Yo me coloqué entre las liebres de 1h50 y 1h55.


Un poco de nerviosismo en los instantes previos a la salida, por la incógnita de qué sería capaz de hacer, sobre cómo me podría salir la carrera. Justo un par de minutos por encima de las 11 de la mañana se da la salida, que se produce ordenada y suavemente, por un terreno al principio ondulado y ancho, pero que la masa de corredores cubre en su totalidad. Inicio de carrera relajado, dubitativo y bastante conservador, pero al ritmo que voy consigo estar un poco tan solo por detrás de la liebre de 1h50. Esta primera parte algo ondulada, sobre todo al principio, pero carretera bien ancha durante algo más de 5 kilómetros.

Y de repente, y a éste ritmo que me es cómodo y que creo que me puede llevar a 1h55, va y el globo de 1h55 me adelanta. Ya ha pasado el primer kilómetro de carrera y una sensación de decepción se apodera de mí, pero sólo de forma momentánea. De repente empiezo a sentir una excitación grande, ganas de movimiento. No quiero que hoy vaya a ser el día como otros muchos en que no vaya a conseguir éste objetivo. Sin pensarlo mucho, amplío la zancada, y el ritmo se acelera de manera automática.


Esta idea me entró en la cabeza hace algunas semanas. Si consiguiera tener una zancada tan sólo 10 centímetros mayor, la mejora que conseguiría sería grandísima. Claro, aunque a costa de un mayor desgaste. La incógnita a resolver era esa balanza entre la mejora y el esfuerzo, si soy capaz de aguantar ese esfuerzo y conseguir esa mejora, o no. En ese caso convertiría la carrera en un verdadero suplicio. Pero hoy no tenía ganas de ser conservador, me sentía muy valiente e intentar algo que creí imposible en éstos momentos. Quería cambiar mi historia y sentir ese orgullo de hacer algo fuera de lógica. Me retrotraí en recuerdos del mes de abril de 1994, cuando conseguí batir mi marca de Media Maratón en 9 minutos, y precisamente haciendo ésto mismo, ampliando la zancada, corriendo de manera diferente y mucho más rápido. Me daba la sensación de estar viviendo un momento parecido.

Rápidamente, en un abrir y cerrar de ojos, ya había sobrepasado el globo de 1h55, y veía cerca al de 1h50. Pues acompañado de buena música y un par de kilómetros a 5 pelados (como unos 25 segundos por kilómetro más rápido de lo previsto), pasado el kilómetro 3 ya me había puesto a la altura del globo de 1h50, a la par del pelotón que le acompañaba.


Y ahora qué? Me podría haber conformado con mantenerme ahí? Lo lógico hubiera sido mantenerse al lado del globo de 1h50 a un ritmo en torno a 5'10, pero hoy no. No me gusta ir al ritmo que marca un globo y ya me encuentro totalmente desatado, así que sigo al ritmo que traía y ya se verá como termina la cosa. El kilómetro 5 lo paso en 25'50 ya con bastante ventaja sobre el globo. En el avituallamiento cojo agua, pero no tomo la pastilla de Isostar, porque no sé por qué pensaba que en el km 7 había otro avituallamiento.


Poco después entramos ya en la carretera estrecha de La Corchuela que nos llevará hasta Los Palacios. Y justo en esa entrada, veo a Rafa y a Eva que se encuentran viendo la carrera. Mucho tiempo hacía que no veía a ésta buena gente, le choqué fuerte la mano a Rafa. Y rápidamente la carretera se pone un poco empinada hasta llegar a la gran cuesta de antes del km 7. Aquí no tengo más remedio que disminuir la zancada para no morir antes de tiempo, con lo que el ritmo se aminora y sé que el globo me puede volver a dar alcance. Pero luego del gran esfuerzo para llegar hasta arriba no me alcanzó, aunque se aproximó bastante.


A partir de aquí no sabía como reaccionaría, si sería capaz de volver a cambiar de ritmo, pero desde luego hoy estaba siendo mi día y había que aprovecharlo, vuelta a ampliar zancada y de nuevo cojo un ritmo muy bueno, sólo un poco por encima de los 5 minutos. Parece mentira lo mal que estaba de forma hace un año por éstas mismas fechas, que a duras penas podía mantener un ritmo por encima de los 6 minutos. Hay que ver cómo es posible que puedan cambiar tanto las cosas. Y en aquellos momentos no me podía dar cuenta de que lo que me pasaba con mi mal estado de forma realmente era un privilegio, porque la experiencia vivida para remontar este mal estado y llegar a donde estoy ha sido algo espectacular, que no hubiera podido sentir de haber estado hace un año en buena forma.


Entre el kilómetro 9 y 10 se concentra bastante gente, pues es donde se encuentra el parque de La Corchuela. En el km 10 hay control de paso intermedio, éste kilómetro según mi reloj lo paso en 51'38, sigo cogiendo ventaja sobre la finalización en 1h50. Y sigo sin pensar en si podré aguantar o no. Hacerlo es todo un reto para mí, porque desde muy pronto me he puesto a darlo todo. Normalmente el ritmo de crucero es una o dos marchas menos de lo que se puede dar, pero yo ya voy en mi última marcha, pero no me preocupa lo sé y me encuentro fuerte, confío que voy a ser capaz de aguantar hasta el final, pero es un peligro ir tanto a pecho descubierto, con todas las cartas sobre la mesa, no tengo ninguna marcha más ni plan B al que acudir.

Los siguientes kilómetros puedo seguir a mi buen ritmo, poco a poco voy cogiendo a gente, y desde hace rato me parece ver que me voy acercando a Matthew y Kiril, pero tengo dudas si son ellos. Alguna gente también adelanta desde atrás a buen ritmo, pero no tengo problema en mantener el globo a raya, porque voy más rápido que lo que supone el ritmo de 1h50. Entre los que me adelantan aparecen 2 corredores de los Amigos del Parque de Maria Luisa, junto con Jose, vecino mio y también integrante del autobús que nos ha traído a la carrera. Jose corre más que yo, pero ni corto ni perezoso intento que éste grupito no se me escape, así que por momentos los mantengo muy cerca, incluso vuelvo a darles alcance y a igualar su velocidad. Hoy sale todo, y el subidón sigue siendo brutal.


Poco después, sobre el kilómetro 15 después de atravesar la multitud que había animando en el poblado de Adrian; ya sí definitivamente, alcanzamos y rebasamos a Matthew y Kiril, los saludo y sigo para adelante. Por aquí ya me empiezo a dar cuenta, que lo que estoy haciendo es bastante grande, para lo que creí que podría dar en ésta carrera. Empiezo a pensar que incluso podría ser capaz de hacer menos de 1h49. Vuelvo a recordar aquella carrera de hace tantísimos años donde hice mi MMP de Media, y es que las similitudes son muchas, las sensaciones son muy parecidas, a pesar de la diferencia que va a haber de una a otra en tiempo. Son tantas experiencias en ésta distancia de Media Maratón , que es la que más he disfrutado de siempre... Y en ésta misma Media de Los Palacios, sensaciones muy diferentes, como las dos ediciones que acompañé a Merche, o las sensaciones de las primeras medias que hice, todas muy diferentes.

Los Palacios ya empieza a verse a lo lejos, parece ya cerca, pero todavía queda bastante sufrimiento. En el km 17 tenemos un paso elevado sobre una carretera y enseguida ya entramos en el pueblo. El desnivel de éste puente, a estas alturas de la carrera parece una salvajada, aminoro un poco la marcha para no quemarme del todo, y veo como Jose, que iba un poco por delante mío se para tocandose un gemelo y se echa a un lado. Lo adelanto y le pregunto si se encuentra bien. Parece por un momento que ha quedado ko, pero cuando ya comenzamos la bajada, se pone de nuevo en marcha y pega un sprint que le vuelve a colocar los mismos metros por delante mía que llevaba antes de su parada.


Entramos ya en el pueblo, un nuevo avituallamiento, donde tomo el ultimo masticable de Isostar, con dificultades grandes para respirar y masticar a la vez por el cansancio. Llegamos al final, una rotonda donde siempre se ha comenzado la primera de las tres largas rectas de idas y vueltas que principalmente son el recorrido por el pueblo; pero se gira a la derecha, por lo que ya se ve que el recorrido por el pueblo será un poquito más largo que las veces anteriores.

Primer giro y primera de las rectas, miro el reloj, el ritmo sigue siendo bueno y tengo un colchón importante, el globo sigue por detrás mía. Un escalofrío me recorre el cuerpo, ahora ya estoy totalmente seguro de que bajar de 1h50 ya no es imposible, ya es irremediable. Vuelo por Los Palacios, el público jalea a tope, como nunca, ya voy más que desatado, es una nube, una sensación rebosante, desbordada. Deseando pasar por el último control del km 19 donde hay seguimiento online y mis amigos Pepe y Segundo vean mi tiempo. Sobre todo Pepe, que estoy seguro que lo está siguiendo.


La primera de las rectas se hace larga, no hago más que repetirme que me queda mucho aún, aun así la ultima recta será agónica, como no podía ser de otra manera. Llego al final de la recta, dos giros a izquierda y volveremos por otra calle paralela. En estos dos giros me encuentro dos buenas sorpresas. En el primero, veo al amigo Nando, que está haciendo fotos. Me emociona que se le nota en la cara la sorpresa de verme pasar mucho antes de lo que sería esperable para mí, le pego un choque de manos fortísimo. Y antes del segundo giro, la que habían organizado en éste punto era tremenda. Guirnaldas, muchísima más gente animando a rabiar, música y la cámara para retransmitir en directo el paso de los corredores. Hago señales a la cámara y mando besos para los que puedan estar mirando en ése momento.


Comienzo la segunda recta, y para mi sorpresa un nuevo avituallamiento. No está de más refrescarse un poco echándose agua por la cabeza y bebiendo unos sorbos. Por aquí ya se hace más duro, algunos corredores me adelantan. No importa, sigo disfrutando a rabiar. Final de la segunda recta, y la conexión con la tercera y última recta es algo más larga, por aquí se me hace algo más pesado porque prácticamente no hay nadie, paso el km 20 en poco más de 1h43. Impresionante, ya por muchas cuentas que pueda hacer el 1h49 no hay quien me lo quite.


Llego a la última recta de la carrera "the agonía street" como la llaman algunos. Y desde luego hace honor a su nombre. Aguanto como puedo el ritmo, no puedo hacer más. Llevo dándolo todo mucho tiempo y no tengo posibilidad de hacer ningún cambio ni apretar de ningún modo. Es una carrera totalmente al estilo "Pre". Cualquiera que vaya cerca mía y esprinte me va a pasar sin que yo pueda hacer nada por evitarlo ni intentar seguirle. Pero no importa, porque al que sí que voy a ganar por casi 6 minutos es a mi "yo previsto", a éste es al que quería ganarle, y mi "yo imposible" en ésta ocasión le ha dado una paliza de campeonato. Ni más ni menos que superarse a uno mismo. Eso es lo importante. Puede que 9 de cada 10 carreras corriendo de esta manera hubiera acabado desfondado y perdiendo todo en los últimos kilómetros, pero hoy no es ese dia. Y se disfruta de una manera indescriptible, me alegro un montón de haber hecho la carrera que he hecho. Ahora la recordaré para siempre.


Y por agonía street, me adelanta un compañero de trabajo, Antonio, que corre bastante más que yo, también se sorprendió de encontrarme ahí. Luego veo en el público a Juan, el presi del Maratón Tomares, saludo y me hace fotos. Mientras tanto el amigo Diego Meca, al que no veo, me está haciendo fotos. Unas fotazas espectaculares, yo creo que no me equivoco si digo que creo que son las mejores que me han sacado nunca en una carrera. Una mezcla de alegría y sufrimiento en el rostro que refleja exactamente lo que estaba sintiendo en ese momento.



Ya muy cerca de la meta me adelanta a toda pastilla el globo de 1h50 que iba totalmente solo sin nadie siguiéndole. El pretende pasar por el arco de meta exactamente en ese tiempo de carrera, pero para mí los 45 segundos que tengo de margen de haber pasado más tarde por el arco de salida, hacen que llegando justo detrás de él acabe con un tiempo espectacular, para lo que hubiera sido lógico que hiciera, y por encima de cualquiera de mis mejores expectativas. 1h49m16s.



Justo después de pasar por la meta, un par de juezas casi consiguen fastidiarme el momento por culpa de las pamplinas que llevan un tiempo teniendo los jueces por estos lares respecto a los cinturones portadorsal. Me decían que en el reglamento ponía que no se podían usar y le demostré que no era cierto. Pero no merece la pena ni escribir una linea más sobre eso.

Recuperando la respiración cojo el móvil y el whatsapp echa humo. Merche ya me ha enviado los videos de paso por km 19 y la meta y la imagen del tiempo final con la enhorabuena. Pepe y Segundo han estado siguiendo la carrera y hay mensajes hasta del paso por el km 10.


Muy emocionado en éstos momentos, como en los mejores días. Y es que en este deporte que es el superarse a uno mismo, se pueden conseguir las mismas sensaciones que el que gana la carrera, la única diferencia de uno a otro es el número del puesto, y esto es lo de menos.


Me cojo una lata de acuarius y una radler, y a buscar el autobús. Afortunadamente lo encuentro rápido. Unos instantes para comentar las mejores jugadas con los compañeros de viaje y camino de vuelta a Tomares, para finalizar este imborrable y espero que repetible día. Muchísimas gracias al Club Maratón Tomares por dejarme ir con ellos. Espero que a partir de ahora estemos mucho más cerca.

 Diez participaciones en mi vida en ésta carrera hasta ahora, y hoy conseguí nada menos que mi tercera mejor marca.

Como dice un amigo, correr es lo más importante entre las cosas menos importantes. Yo le añado que tiene su reflejo directo en las cosas más importantes. Y ayer para mí fue un día inolvidable en lo menos importante. Un día de esos que no se esperan. Que sorprenden a uno mismo y que jamás se olvidan. Y que espero su reflejo sobre lo más importante con impaciencia.
Gracias a los muchos apasionados que han entendido y me han dado la enhorabuena, no somos los mejores ni los más fuertes ni los más rápidos. Pero si y para siempre los más apasionados.


Todo esto viene casi un año después de mi peor marca en maratón, cuando pensaba que estaba acabado para no hacer más. Sirve esto para volver a algo que ya tenía olvidado, que es bajar de 4 horas en Maratón? Corriendo de esta forma, y aguantando las piernas... Las piernas nunca me han aguantado. Pero, y si un dia aguantaran? Y si el dia M coincidiera justo en ése día?

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3 comentarios:

  1. Javi, no dejar de intentarlo es la mejor manera de disfrutar de la vida, nunca hay que rendirse porque nunca sabes cuando el viento pase de ir en contra a darte en la espalda y que ese momento te pille preparado. Me gusta verte de nuevo corriendo rapido, bien que lo hacias cuando nos conocimos, te has quedado a solo dos minutos y medio de la que hicimos en el 2011 y ya llovio...asi que muy contento con ello, con verte asi, de nuevo joven, en la cresta de la ola¡¡¡¡¡. VAMOS¡¡¡¡¡¡¡.(aunque el pasar de los años nos hara mas lentos...ese momento no ha llegado aun).

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  2. Ademas carrera de disfrute, ritmo muy homogeneo...no puedes pedir mas...bueno si que el 2020 te salga de lujo. FELIZ 2020.

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