viernes, 7 de septiembre de 2018

Resumen veraniego

Después de la ultima carrera, la Nocturna de Dos Hermanas, empecé unos cuantos días de descanso de correr, en principio quería que fueran dos semanas, pero finalmente fue prácticamente el mes de julio entero. Y es que lo más importante es que el corazón me dio un susto cuando estaba de excursiones por Andorra.


He estado con la familia un par de semanas aproximadamente de vacaciones, 10 días en Andorra. Pues bien, el susto fue, que el segundo día que estábamos allí, el primero de excursión, aunque era una excursión muy sencilla casi sin desnivel, me noté un fuerte dolor en el pecho cuando quedaba ya poco para llegar al coche.
Era una excursión facilita por el Camino de les Pardines hasta el Lago de Engolaster, precioso, y pasamos un estupendo día allí, la excursión era por una zona entre 1700 y 1800 metros de altura, tampoco muy alto, y con muy poco desnivel. Cuando quedaba poco para llegar al coche me empezó un fuerte dolor en el centro del pecho, que no se iba. Me tuve que sentar y no se pasaba, tenía dificultad para respirar y para hablar. Al final no tuve más remedio que ir al hospital. Encontramos uno en Escaldes. Ya al bajar hacia la ciudad, se me pasó de repente el dolor, pero de todas formas fuimos para el Hospital.
Allí, me estuvieron haciendo pruebas por más de 4 horas, hasta cerca de las 12 no salimos. Electrocardiograma, análisis de sangre, radiografías,... Todo estaba normal. La conclusión era que, aunque resultara extraño, me habría afectado la altura, de ahí que al bajar se me pasara el dolor. El medico me dijo que no me preocupara y no tuviera ninguna precaución especial. Y así hice, el resto de días continuamos con las excursiones, incluso fueron más duras y subiendo a mayor altura.
Y no pasó nada de nada. Pero claro, ya me asusté y no fui ningún día a correr por la zona, que siempre en éste tipo de lugares me gusta mucho hacer. Y por eso pasó todo el mes de julio sin correr nada.

Cuando empecé ya a principio de agosto, el estado de forma es lamentable, me notaba muy cansado y podía correr sólo muy lento. El calor que ha habido en éste mes no ayudaba. Empecé con dudas sobre a qué cosa apuntarme en este otoño. En principio me entraron ganas de correr la Doñana Trail, que aún no la conozco, pero con tan mal estado de forma, no se si seré capaz de hacerla. Además me da miedo que en un entrenamiento largo me vuelva a pasar lo del dolor del pecho... Por eso el pasado día 29 cogí cita con el cardiólogo para que me hiciera un chequeo. Mismo cardiólogo que me hizo test de esfuerzo en 2016 antes de hacer la subida al Veleta.

Y me dió buenas noticias. Me hizo ecografía y de nuevo un test de esfuerzo. Y los resultados fueron bastante buenos. Igual que el médico de Andorra, me ha dicho que no me preocupe.

Así que no se exactamente qué hacer, si apuntarme al Doñana Trail, o tomármelo con mayor tranquilidad de kilómetros y disfrutar de las muchas medias maratones que hay durante los meses de noviembre y diciembre. Aunque es posible, que hacer el Doñana Trail, sea menos duro para el corazón. Tengo que ver cómo evoluciona la forma y cómo voy llevando entrenamientos de caco algo más largos. El 30 de septiembre cambia de precio la inscripción a la carrera. Hasta ese momento esperaré para tomar la decisión de si correrla o no.

Por ahora estoy corriendo a ritmos lentos, y como mucho he hecho 14 kilómetros. Poco a poco iré apuntandome a alguna carrerilla y haciendo algún caco más largo.

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