lunes, 18 de julio de 2022

Travesia Nocturna Bormujos El Rocío

Hace unos días el amigo Segundo me avisó de que estaba organizando, con el club Turdetania esta primera Travesía Nocturna para ir desde Bormujos a El Rocío.

Últimamente, estoy bastante regular con el dolor de glúteos y con la espalda, pero la buena experiencia que fue en 2012 realizar esta travesía desde Tomares con los Pretorianos, me decidió a apuntarme.


Lo diferente de una Travesía es que hay unos ruteros de cola y unos ruteros de cabeza que marcan el ritmo andando, siempre andando. Nadie puede ir por delante de la cabeza ni por detrás de la cola.

Quedamos a las 11 de la noche del viernes 24 de junio en el Aldi de Bormujos. Un poco antes nos dan una bolca con algun pequeño regalo. Saludo a Segundo, Leandro, Rafael y Jose, que serán mis acompañantes durante la travesía. Segundo y Leandro son los ruteros de cabeza, y Jose y Rafael los de cola.

Nos hacemos unas fotos y sobre las 11 y cuarto salimos andando hacia el punto de la primera parada de agrupamiento y avituallamiento que sería el Cortijo de la Juliana. Demasiado tarde salir esta hora. Está previsto completar la travesía en unas 12 horas y eso nos dará un buen rato de sol al llegar a El Rocío. Aunque la temperatura de la noche es bastante buena.

Comenzamos a andar todo el grupo a ritmo rápido, impresiona ver un grupo tan grande de gente (unos 50 0 60) con los frontales encendidos. Voy acompañando a la cabeza de travesía en estos primeros momentos, y llevo bastante bien el ritmo, aunque es algo alto, unos 10 minutos por km. Cruzamos por debajo de la SE40 y al pasar por al lado de la Hacienda Torrequemada, se escuchaba música de discotequeo, parece que habría alguna celebración de boda.

Hago una parada técnica y enseguida me cogen Jose y Rafael, los ruteros de cola, pensaba que estaban más lejos. Ahora continuo con ellos hasta el cruce de la carretera Mairena Bormujos donde se produce un pequeño reagrupamiento. Al cruzar ya nos dirigimos hacia el aeródromo y mas o menos voy por el centro del grupo, en solitario. Parece que los de cabeza le empiezan a dar fuerte y el grupo se estira bastante. De vez en cuando doy un pequeño trote para acercarme a los de cabeza. Llegamos al Cortijo de la Juliana donde está la furgoneta del Club Turdetania con el avituallamiento. Se puede rellenar los botes de agua, tomar cocacola, y también hay una sandía bastante buena. Hasta aquí han sido algo mas de 12 km y 2 horas y media de camino. Son un poco antes de las 2 de la mañana. Alejandote un poco del grupo, se ve un cielo estrellado espectacular, como pocas veces puede verse.

Aprovechando la parada, me quito los zapatos para sacar alguna piedrecita de ellos. Y más tarde pude comprobar que no fue una buena idea.

Salimos hacia el próximo punto de avituallamiento que ya es el camping Dehesa Nueva dentro de los pinares de Aznalcázar. Como antes, salgo con los de cabeza, ero poco a poco me empiezo a notar un dolor en el talón izquierdo. Es como un fuerte pinchazo. Normalmente tengo molestias en el talon derecho, pero esto parece otra cosa. Nos vamos metiendo en los pinares, y también aumentando la cantidad de arena del camino. El dolor se hace cada vez más fuerte, tengo que ir de puntillas porque no puedo apoyar el pie. Se hace tan insoportable que empiezo a pensar que es probable que no pueda acabar la travesía, que me vaya a tener que retirar. A duras penas puedo mantenerme por delante de la cola del grupo. Afortunadamente, el camping está cerca. Pienso en quitarme los zapatos a ver como puedo solucionarlo. Tengo también en la mochila unas sandalias, puedo intentar en todo caso probarlas a ver que pasa.

En algo más de 4 horas llegamos al camping, km 19. Son más o menos las 3:30 de la mañana. Me busco un sitio para quitarme los zapatos y parece que el pie se alivia un poco. Me los vuelvo a poner y parece que va bien. Aprovecho antes de salir para tomarme un bocadillo de los que llevo en la mochila, y algún pastelito del avituallamiento, además de cocacola.


Con un poco de miedo partimos hacia el Vado del Quema, con mucho cuidado de a ver como se comportará el pie. Poco a poco mientras avanzamos me voy dando cuenta que milagrosamente el pie ya no me molesta. No me lo creo y por eso sigo avanzando lo más tranquilo posible, pero parece que todo era debido a algún problema del zapato que se solucionó al quitarmelo. Algo del talón me estaba pinchando y provocando el dolor.


Llegamos al Vado del Quema y allí nos hacemos algunas fotos individuales y de grupo, aunque es bastante difícil con la falta de luz. 4 y cuarto de la mañana y 24 kilómetros. Salimos enseguida en dirección a Villamanrique. Ya me encuentro bastante mejor, y vuelvo a ir con los de cabeza. El recorrido se hace un poquitín mas complicado porque empieza a haber más arena. Además ya hace bastante fresquito, me puse hace rato el cortavientos. 


Al llegar a Villamanrique lo atravesamos por completo y paramos para el avituallamiento a las afueras del pueblo, en un sitio donde todo el mundo se puede sentar en unos escalones. Aquí nos dan un pequeño bocadillo, además de la habitual cocacola. Paramos un buen rato. Son las seis de la mañana y llevamos algo más de 29 kms. Ya llevamos más de la mitad del camino, y eso es algo fantástico.

Antes de salir empieza a clarear el cielo por la próxima salida del sol, la vista es fantástica.


Salimos de Villamanrique y poco después ya se pueden apagar definitivamente los frontales, ya si que noto el cansancio bastante y sobre todo el sueño, con peligro de dar alguna cabezada y perder el equilibrio. Vamos por un camino en buen estado y un poco después hay que avanzar unos cientos de metros con mucho cuidado por una carretera, que nos lleva hasta el ultimo punto de avituallamiento, donde supuestamente es el cancelín de la Raya Real, pero que yo creo que no. Recargo botes, pero sobre todo, me pongo los calcetines de ejecutivo en los pies, porque a partir de ahora es cuando más arena habrá. Son casi las 7 de la mañana y llevamos 34 kms.


Queda un pequeño tramo, en el km 36 donde yo creo que está el lugar a lo que llaman "cancelín", que cancelín no hay en ninguno de ellos, que es después de cruzar la carretera. A partir de aquí ya no hay contacto con ningún otro camino de la civilización y nos adentramos en un mar de arena. Nos hacemos una foto y avanzamos cada uno como puede.



Ya hay gente que está más perjudicada y que cuando se para a reagrupar prefiere seguir avanzando y no parar. El camino es bastante ancho, se intenta aprovechar los bordes, ya que por aquí es posible encontrar menos arena gracias a las acículas de pinos caídas, raíces, hojarasca... Pero es muy difícil encontrarlo. A veces se avanza por el lado derecho, otras por el izquierdo travesando todo el mar de arena del centro, ... En ocasiones yendo por el centro se encuentra alguna zona que al pinchar con los bastones se nota como una capa de cemento cubierta por la arena y por ahí no hay mucha. En general por este tramo me encuentro bastante bien, a decir verdad es cuando mejor me encuentro. No hace aún nada de calor, porque el sol ya ha salido pero da de lado y está tapado por árboles, por lo que no molesta.



Paramos al llegar a un abrevadero cerca del Palacio del Rey. Aquí puedo sentarme a descansar un poco. Me cambio los calcetines del chino porque ya estaban rotos. El de la izquierda me ha protegido mas o menos bien, pero el de la derecha, no lo tenia bien metido y la arena se ha colado bastante por el talón.

Aquí ya son las 9 de la mañana, llevamos 41 kms y quedan unos 9 kilómetros para llegar al puente del Ajoli. A partir de aquí el sol ya da de pleno por la espalda, los árboles a los lados del camino ya no lo tapan porque ya ha cogido altura.

Empezamos la marca, con un sol de justicia, a poco de salir se vuelve a parar la marcha y algunos participantes deciden seguir, yo poco a poco sigo avanzando, intentando buscar alguna zona de hierba, finalmente la parte derecha del camino tiene algo mas de sombra y sigo por ella, el grueso del grupo se queda atras, pero varios participantes seguimos avanzando. Cada vez hace más calor y cada vez se hace más duro. Iba bastante bien, pero ahora el esfuerzo con tanta arena es muy grande y se hace muy muy duro avanzar. Los kilometros pasan muy lento y cada vez hace más calor y más desesperado me encuentro. Los pies completos de arena hasta arriba, pero ya no me preocupa. Voy andando como buenamente puedo.


La idea que tenia es al llegar al Puente del Ajolí pensaba que los que iban por delante estarían esperando, incluso que ahí hubiera algun avituallamiento, pero al llegar ahí veo que no hay nadie. Pero al menos ya queda muy poco para acabar, unos 2 kilometros más casi todos por dentro de la Aldea. Menos mal que envían al grupo de whatsapp la ubicación de donde nos están esperando, en la casa hermandad de Madrid. Gracias al google maps encuentro el camino más corto para llegar, y se hizo largo muy largo porque había que cruzar casi toda la aldea.


Finalmente, por fin llego, unas 12 horas y media de travesía y aún queda bastante gente por llegar, ya hacía mucha mucha calor. Afortunadamente me siento a la sombra y saco la arena de las zapatillas, de las que salieron kilos y kilos de arena.

Una vez llegaron todos los participantes nos dieron una medalla, una imagen de la Virgen y un diploma, y al cabo de un rato, fuimos a visitar la ermita con un tamborilero, cosa que estuvo muy pero que muy curiosa. Luego a tomar unas tapitas, y vuelta en el autobus a Bormujos, dormitando un poco.

En resumen una noche muy bonita y disfrutada, para repetir, aunque espero que saliendo un poco antes.





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